Tu hechizo

Solo bastó ver tu rostro,

leer tus palabras y escuchar suavemente tu voz a la distancia

para estar bajo el encanto del brillo de tus ojos.

Rondar en tu blanco de pureza, de tu inocencia,

de tu gozo vívido de cada sonrisa al aire

que cuan infante fueses contagias de alegría.

Mi espíritu ahora caído en tu hechizo

no quiere huir, no quiere escapar de este,

solo quiere que sea un hechizo más fuerte

que finalice a tu lado.

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