Explorarte

En la oscuridad de la noche

quiero ver la tenue y evanescente luz de tu iris;

perderme en los laberintos de tu cuerpo

y vivir en las divagaciones de tu pensamiento.

Son tus túneles mentales

una travesía de grandes riesgos,

quiero estar en tus tormentas eléctricas

y conocer el clima en ti.

Déjame armar una expedición en tu cuerpo,

y recorrer tus valles y montañas de piel,

quiero cartografiar tus límites

sin dejar escapar célula alguna.

Sigo los rojos afluentes de tus canales

y en tus fuertes corrientes siento tu pálpito.

Son los rápidos de tu fluido vital

la fuente dinámica y renovadora de aventura.

Eritrocitos flotadores en este río,

aferrado fuertemente a ellos

busco la fuente de tu gradiente,

busco llegar a tu corazón.

Llegando al final de la expedición,

buscando el tesoro detrás del arco iris

no hay mayor satisfacción

más que avistar tu corazón.

La gran fuerza de tu mundo se manifiesta

indomable, pura, titánica.

Solo en tu interior, con tu melodía

tu palpitación rítmica.

Es la misma fuerza que estremece tus paredes,

tu fuerza moldeadora de grandes ríos,

ahora la fuerza creadora de mis emociones

la fuerza sísmica sobre mis pies,

el ahora motor de mi vida.

Anterior: Marte nos trasnocha   Siguiente: Cantante virtual sensación